martes, 9 de marzo de 2010




Las Pataguas - Oleo
Agustin Abarca

Museo de Arte Contemporáneo, U. de Chile

Sobre Agustín Abarca. Del lado del Corazón

El arte latinoamericano es tan rico como insustituible, plagado de una historia poco menos que deslumbrante pero también desconocida para muchos de nosotros, como es el caso de Agustín Abarca el genial artista chileno nacido en Talca el 27 de diciembre de 1882. Descubrirá la pintura tempranamente gracias a un encuentro casual con el pintor Pablo Burchard hacia 1900 que fuera profesor de generaciones de artistas en La Academia de Bellas Artes. Mas tarde seguirá formándose junto al maestro Pedro Lira uno de los grandes artistas chilenos, que ocupara el centro de le escena entre 1880 y 1910.
Posteriormente Agustín Abarca seguirá perfeccionándose junto al pintor Alberto Valenzuela Llanos, quizá uno de los paisajistas más importantes del país vecino.
En 1909 seguirá estudios en La Academia Oficial del maestro español Fernando Álvarez de Sotomayor donde depurara su técnica hasta el extremo de la perfección.
Son innumerables sus exposiciones a lo largo de su carrera, que abarca desde 1908 hasta 1953, y sus exposiciones póstumas que siguen aun en la actualidad.
Abarca es parte de lo que se conoce en Chile como La Generación del Trece. Artistas que intentaban ir hacia lo profundo de sus propias raíces, siempre lógicamente desde la libertad personal, desde un concepto tan íntimo como revelador, por eso esos paisajes deslumbrantes de la región de la Araucanía, Maule, Constitución, Victoria entre otras.
Es hacia 1916 cuando alcanza la cima como creador ya que se imbuido por la naturaleza y su capacidad de captarla en estado puro, fueron muchos años donde su talento se desborda como nunca antes y en el cual comienza a brillar definitivamente como artista.
Su 2da etapa se iniciara hacia 1927 donde plasmara los alrededores de Santiago, La Quinta Región y con una mirada especial sobre Peñalolén.
En 1940 por concurso se quedara con la cátedra de Dibujo y Pintura en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar, desempeñándose en el cargo solo por un año. De ahí en más se dedicara en tiempo completo al arte en su taller.
Todas las técnicas pasaran por sus creaciones Carbón, Pastel, Óleo, Acuarelas, Dibujos, Aguadas. El artista nada dejara de representar, pasando por figuras humanas, naturalezas muertas y paisajes increíbles.
Sus obras recorrerán parte del mundo EEUU, Alemania, Francia, y en Latinoamérica, Argentina, y Bolivia entre otras.
Su arte trasciende y se fortalece a partir de una visión completamente regionalista, quizá ese costal un tanto evocador como intimista, a veces que puede inclusive optar por el hallazgo del detalle absoluto. Es un colorista que no le teme a los caprichos de lo que aprecia en sus búsquedas, juega con los ocres, vivenciando atisbos de sombras y mullidos amarillos que se aferran a las cosas como viejos recuerdos atemporales.
Hasta antes de morir el 28 de Mayo de 1953 lo había logrado casi todo en su carrera artística, todos los premios, todos los reconocimientos y lo que pocos artistas pueden alcanzar quedarse en la vivencia cotidiana de su gente, como un pequeño escozor del lado del corazón.
Sencillo, tan modesto como talentoso supo declarar por décadas a través de su trabajo un modo y una manera de ver la vida. Antes que bohemio como toda la Generación del 13 prefería quedarse con su familia, y compartir lo más de esos instantes únicos y singulares que terminaban por darle fuerza para continuar con su extenuante trabajo. Era uno de esos hombres que no concebía la vida sin tener lo que amaba cerca, sin decir ni pensar siquiera ningún tipo de extrañeza hacia lo que le dictaba el espíritu.
Nosotros queríamos hablar de este gran artista chileno en una suerte de evocación por la grandeza de sus hombres de cultura. País donde tenemos tantos amigos y familia en este momento tan difícil que les toca atravesar, rogando que Dios les indique el camino a seguir para superar tanto pesar, tanta tragedia. Nuestro pensamiento esta con ustedes hermanos.