jueves, 15 de julio de 2010

Sobre Edvard Munch. Las fauces de la Soledad…


Sentía que el mundo apagaba sus luces muy lentamente, la casa estaba en semipenumbras y en una de las habitaciones su madre agonizaba, no querían que él la viera, y fue para un niño, pasar de los juegos inocentes a la cruenta realidad, de un minuto a otro, algo que dejaría sus huellas para siempre y que el artista intentaría una y otra vez como en una lucha sin fin exorcizar de su vida. Como se hace para luchar contra la ausencia, contra el dolor, contra el amor que lleva apenas un corazón de unos pocos años por alguien que significaba todo para él, desde aquel entonces la soledad lo seguirá como su sombra sin poder hacer nada, a mas de soportar entre pesadillas y sueños su destino.
Edvard Munch, nació un 12 de diciembre de 1863, pintor expresionista creador de una de las obras más emblemáticas de la historia del arte El Grito, que se haya realizado hasta la fecha, que describe la angustia existencial del hombre moderno, que abarca todo una época marcada por tragedias, guerras y desolación.
Munch intentaba dilucidar lo que estaba muy profundamente en su alma, su difícil infancia donde había visto morir a su madre y a su hermana de tuberculosis y una complicada relación con su padre de carácter dominante e implacable, con profundas convicciones religiosas, lo convierten en un niño introvertido que no podía ajustarse a las normas establecidas.
Hacia 1880 ya había abandonado su carrera de ingeniería para dedicarse al arte. Viajara a Paris, el centro del arte mundial por aquel entonces y allí se introducirá en los movimientos artísticos que se adelantaban a cualquier conjetura. Anonado y seducido por la vida y la obra de Paul Gauguin(1848 -1903) en primera instancia se deja llevar por ese torbellino, pero mas tarde dominara sus ímpetus, creando un arte totalmente personal, ahondando en el carácter simbólico del color y resaltando las líneas de sus tan originales trabajos.
En su primera exposición individual presentara mas de 100 de sus obras con las cuales causara un verdadero revuelo en la sociedad pacata de fines de 1800 pero esa conmoción mas tarde en 1890 lo harán acreedor de una beca estatal, es por este lapso que el artista se abocara a pintar algunas de las mas intimas escenas personales, como confrontando con sus propios temores y demonios, allí saldrán a luz el drama de su madre en el lecho de muerte, también el cruento destino de su hermana, Sofhie y todos los temas que prácticamente serán el eje central de toda su obra: la angustia, el dolor, la muerte, la desesperación…
-Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza...-dirá el artista en cuanto a su obra mas famosa El Grito que precisamente data 1893
Las palabras son más que claras y hablan de la angustia de vivir, de eso que no puede controlarse con nada, con ningún tratamiento, ni píldora mágica, y que el famoso filosofo Kierkergaard (1813-1855) llamaría - la enfermedad del alma del hombre porvenir.
Es hacia 1900 que terminara su serie – Friso de La Vida- donde hace un recorrido por sus mas traumáticas obsesiones, el amor, los celos, la traición, la soledad, el despertar sexual, la melancolía, a la vez que realiza retratos quizá uno de los mas conocidos sea el que hizo del poeta y filosofo Friedrich Nietzsche (1844-1900) y paisajes que le devolvían al espectador la exuberante belleza de las campiñas. Hasta tanto sus muestras se multiplicaban en Berlín, Paris, Hamburgo, Estocolmo el éxito comienza a golpear su puerta, pero no puede dar batalla a la adicción al alcohol que lo abruma y a los terribles mareos, dolores de cabeza insoportables, y una sensación de abatimiento constante tras el mínimo esfuerzo, pero son tantos los encargos que no puede detener el ritmo de trabajo, hasta la primavera de 1908 donde sufrirá un colapso nervioso que lo dejara al borde la muerte. Se recuperara y volverá a pintar sin descanso por mas de una década, es cuando comienzan a lloverle los reconocimientos. Pero reaparecen los síntomas de su enfermedad. Se siente apesadumbrado y decide retirarse por un tiempo, a mas de sus achaques habiase sumado ahora un problema en la vista que no le dejaba ya concentrar la mirada. Con la llegada de Hitler al poder, el nazismo terminara de abofetear su trabajo de toda una vida como artista, retirando todas sus obras vendidas a los museos alemanes, pues el régimen lo consideraba un demente que practicaba un arte degenerado. Hacia 1940 toda su obra también será retirada de las galerías de las ciudades donde el poder del Nacional Socialismo invadía.
Con la llegada de la 2da guerra Munch por primera vez expondrá su obra en Nueva York tiene casi 80 años y si apenas puede caminar, su escasa visión, su alergia que no le deja respirar y sus huesos desoldados y cansados.
Volverá a Noruega en sus últimos años y allí pasara horas sentado en su casa – taller aferrado a sus pinceles ya sin colores, que se le caían de las manos y que buscaba desesperado por el suelo, como si con ello pudiera enmendar su espantosa angustia, se incorporaba tiritando y de nuevo ocupaba su sillón hasta dormirse, junto a esa especie de maldición que desde siempre lo seguía, quizá pocos imaginen todo el dolor que Munch debio atravesar en sus últimos días, batallando con la misma sombra que nunca se había apartado de su lado, esa que no reconoce status, ni nombres celebres, ni razones, hasta que lo encontraron arrojado a las fauces de la soledad, la muerte… un 23 de enero de 1944. Tras de si había dejado mas de 1.000 óleos, mas de 15.000 grabados, y mucho mas de 4.000 dibujos y acuarelas que son hoy en día los cimientos del Museo Munch en Oslo, Noruega.

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